Cuando comenzamos a enseñar en el mismo curso durante más de un día, ya sea como sustitutos, reemplazantes, interinos por uno o más meses, o porque hemos obtenido una plaza fija o cargo en una escuela o institución educativa, notamos un cambio en la planificación de las clases. La estructura de clases únicas centradas en un solo tema empieza a desvanecerse.
Esta evolución se debe a la importancia de asegurar el progreso continuo de los estudiantes en su aprendizaje. Buscamos que lo aprendido en un año sea más básico en comparación con los conocimientos del año siguiente, es decir, que haya una progresión en el nivel de dificultad.
En clases cerradas centradas en un solo tema, empleamos un conjunto de estrategias específicas. Presentamos, desarrollamos y concluimos el tema en una sola sesión sin dejar aspectos pendientes para clases futuras. Sin embargo, cuando trabajamos con unidades temáticas o temas que siguen un hilo conductor, las estrategias cambian. Estas nuevas estrategias buscan enlazar las actividades de manera que guíen gradualmente a los estudiantes a través de diversos conceptos y habilidades, facilitando un aprendizaje más integrado y profundo.
Existen numerosas estrategias educativas, como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), que sigue una estructura bien definida: inicialmente se plantea un problema o proyecto, seguido de la investigación y exploración de soluciones, luego la implementación de esas soluciones, y finalmente, una reflexión o evaluación sobre el proceso y los resultados. Sin embargo, existen otras estrategias que pueden ir de lo general a lo particular, de lo particular a lo general, o seguir patrones crecientes o decrecientes, etc…
Al igual que puedo desarrollar un contenido o competencia musical específica mediante el ABP y luego aplicar esta metodología para explorar otro contenido o competencia, lo mismo ocurre cuando domino diversas estrategias para enlazar actividades.
Considera el ejemplo de un juego de cartas. Probablemente yo visualice las cartas con un diseño específico para un juego determinado, mientras que tú las imaginas para otro. Otro docente que lea este texto podría pensar en ellas para el Chinchón, otro para el Uno, y así sucesivamente. Las cartas representan un tipo de elemento (estrategia de enlazado) que puede adoptar diferentes imágenes (recursos y materiales) para abordar ciertos juegos (contenidos y competencias).
Es decir, conociendo estrategias de enlazado de actividades puedes (entre otras cosas)
- Desarrollar los mismos temas cada año de una manera diferente
- Usar la misma estrategia de enlazado con distintas edades y contenidos
- Probar diferentes estrategias de enlazados y ver cuáles funcionan mejor con tus estudiantes
¿Pero Cari, cómo aprendo eso?
Yo tengo la solución, suscríbete al CLUB SONIDO DIDÁCTICO. Allí, cada mes, desarrollamos diferentes unidades temáticas que se desarrollan bajo distintas estrategias de enlazado de actividades. Y encima se conecta con tu curriculum
Aquí te dejo el enlace: Club Sonido Didáctico
Nos leemos entonces en el próximo artículo, me encantaría leerte en los comentarios, aquí debajo
Abrazo
Carina